Libro blanco gratuito | ¿Dónde está el límite entre IA y el toque humano?
El alojamiento turístico es la base de toda experiencia de viaje. Ya sea que tus clientes reserven por una noche, un fin de semana o una estancia prolongada, el tipo de alojamiento elegido influye profundamente en su percepción y satisfacción.
Actualmente, las expectativas cambian rápidamente. Entre el auge del turismo sostenible, los nómadas digitales y la búsqueda de experiencias únicas, se vuelve esencial que los hoteleros conozcan bien los distintos tipos de alojamiento turístico. No solo para adaptarse, sino también para mantenerse visibles, relevantes y competitivos.
En este artículo, te ofrecemos una definición clara de lo que es el alojamiento turístico, un panorama de los principales formatos disponibles —desde hoteles hasta alojamientos turísticos extrahoteleros— y consejos prácticos para sacarles el máximo partido en tu negocio hotelero (incluida una checklist).
Antes de hablar de formatos y estrategias, conviene sentar las bases.
El alojamiento turístico es, sencillamente, el lugar donde una persona viaja y pernocta de forma temporal durante su desplazamiento. Puede tratarse de un hotel, una casa rural, un chalet, un camping o incluso un alojamiento en casa de particulares. Sin importar la categoría o el estilo, el objetivo siempre es el mismo: ofrecer un techo y un cierto nivel de confort.
Pero para los profesionales del sector hotelero, el concepto va mucho más allá. El alojamiento cumple una función clave en la experiencia del cliente, en la percepción del destino y, por supuesto, en la rentabilidad del negocio.
Comprender cuáles son los distintos tipos de alojamiento turístico es esencial para construir una oferta sólida, posicionarse con mayor claridad en el mercado y atraer al público adecuado.
El mundo del alojamiento turístico ha crecido y se ha diversificado de forma notable en los últimos años. Si bien el hotel sigue siendo la opción clásica, han surgido muchos otros formatos que responden a necesidades concretas de perfiles de viajeros muy distintos.
Para un hotelero, conocer bien estos formatos significa entender mejor su entorno competitivo, encontrar nuevas vías para diversificar su propuesta y comunicar con más precisión su oferta.
Estos son algunos de los tipos de alojamiento turístico más comunes hoy en día:
El hotel es el tipo de alojamiento turístico por excelencia. Desde los hoteles económicos hasta los de cinco estrellas, ofrecen un servicio estandarizado que suele incluir servicios complementarios como restaurante, servicio a la habitación, spa, conserjería o salas de eventos.
Actualmente, el término hotel abarca una gran variedad de modelos: boutique hotel, hotel de negocios, hotel con encanto, eco-hotel, apartahotel… Diferentes enfoques que permiten personalizar la experiencia y atraer a públicos específicos.
Gestionados en muchos casos de forma familiar, estos tipos de alojamiento destacan por ofrecer una atención más cercana, personalizada y auténtica. Los huéspedes que los eligen buscan una experiencia local, trato humano, y en muchos casos, una conexión con lo simple y natural.
Aunque no ofrecen la estructura de un hotel tradicional, estos alojamientos pueden competir con ellos en segmentos como el turismo rural, las escapadas cortas o los viajes de relax con encanto.
Les motels, bien implantés sur les grands axes routiers, offrent une solution simple et directe aux automobilistes en transit. Les appart’hôtels, quant à eux, séduisent une clientèle plus urbaine, souvent en déplacement professionnel ou en séjour prolongé, à la recherche d’indépendance (notamment grâce à une cuisine équipée).
¿Por qué es importante para los hoteleros? Estos formatos sacuden la oferta clásica y se alinean con nuevas expectativas: flexibilidad, autonomía y comodidad como en casa.
Los alojamientos turísticos en plena naturaleza están en auge: casas rurales, chalets de montaña, cabañas de madera, campings tradicionales o incluso glamping (camping de alta gama). Estos tipos de alojamiento turístico resultan atractivos por su sencillez, su entorno natural y, en muchos casos, por su compromiso con la sostenibilidad.
No están reservados solo a particulares: cada vez más actores del sector profesional apuestan por este tipo de alojamiento extrahotelero, ya sea como complemento de su oferta o como eje principal de su concepto de negocio.
Airbnb ha contribuido en gran medida a la popularización del alojamiento en viviendas particulares, pero no es el único formato. Los colivings, los cruceros o las residencias comunitarias están orientados a nichos muy concretos (nómadas digitales, jubilados viajeros, grupos…).
Los albergues, por su parte, siguen atrayendo a un público joven, dinámico y en muchos casos internacional. Y aunque muchos los asocian solo con mochileros de bajo presupuesto, lo cierto es que han evolucionado: hoy algunos ofrecen un alto nivel de diseño, convivencia y localización estratégica.
El sector turístico evoluciona con rapidez, y con él, las expectativas de los viajeros respecto al alojamiento turístico. Para mantenerse competitivo (y bien posicionado en buscadores), los hoteleros deben estar atentos a las principales tendencias del momento. Algunas ya están consolidadas, otras están en plena fase emergente, pero todas tienen un impacto real en cómo se diseña, promociona y diferencia una oferta.
A continuación, las claves que deberías conocer —y considerar— para tu estrategia:
Ya no es un valor añadido: se está convirtiendo en un factor decisivo para muchos viajeros. Reducción de residuos, consumo responsable de energía, proveedores locales, transparencia en la comunicación… Las nuevas generaciones esperan que los establecimientos de hospedaje demuestren un compromiso real con el medioambiente.
No necesitas convertirte en un ecolodge 100 % autosuficiente desde el primer día. Pequeños gestos visibles y sinceros pueden marcar una gran diferencia.
Dormir en un sitio limpio y bien equipado es lo mínimo. Hoy, lo que buscan muchos viajeros es vivir una experiencia única, algo emocional o inmersivo: decoración con identidad, ambiente local, interacciones humanas, detalles inesperados o propuestas de bienestar.
Aquí es donde los alojamientos turísticos extrahoteleros o personalizados pueden destacar con ventaja. Pero los hoteles también pueden competir con éxito si saben contar una historia y crear una atmósfera cuidada.
Check-in automático, conserjería virtual, servicios gestionados desde QR o app móvil… El alojamiento turístico digitalizado es ya la norma, sobre todo para viajeros frecuentes o perfiles más conectados. El reto: ofrecer fluidez y eficiencia tecnológica sin sacrificar la cercanía en el trato.
Además, es una forma eficaz de reducir costes y adaptar recursos a la estacionalidad.
La línea entre viaje laboral y viaje personal es cada vez más difusa. Muchos viajeros aprovechan sus desplazamientos de trabajo para alargar la estancia y disfrutar del destino, o incluso teletrabajar unos días más.
Un tipo de alojamiento turístico que se adelante a esta tendencia —con buen WiFi, zonas de trabajo, tarifas flexibles y paquetes largos— puede aumentar el gasto medio por cliente y fidelizar a esta nueva audiencia híbrida.
Menos destinos, más tiempo en cada lugar, y una conexión más auténtica con el entorno. El “viajar despacio” atrae a quienes buscan sentido, sostenibilidad y un ritmo diferente. Los alojamientos que apuestan por lo local, lo simple y lo cercano tienen aquí una oportunidad estratégica.
Aprovechar estas tendencias no significa necesariamente reinventarlo todo. A menudo, se trata de saber escuchar al cliente, tener flexibilidad en la oferta y contar bien tu historia.
Conocer los diferentes tipos de alojamiento turístico está bien. Pero saber cómo aplicarlo estratégicamente como hotelero es aún mejor.
Ya seas un hotel urbano, un alojamiento independiente o una marca con múltiples ubicaciones, identificar y optimizar bien tu tipología puede convertirse en un verdadero motor comercial, de marketing y de posicionamiento.
Aquí te explicamos cómo sacarle partido de forma concreta:
El lenguaje que usas en tu sitio web, en las OTA, en redes sociales o en tus campañas influye directamente en la percepción que tienen los clientes sobre tu establecimiento.
Adaptar la comunicación a la tipología de tu alojamiento turístico te ayuda a atraer al cliente adecuado… y a evitar malentendidos o expectativas no cumplidas.
Un mismo establecimiento puede ofrecer distintos tipos de habitación o formatos. ¿Por qué no aprovechar eso en tu estrategia de precios?
El tipo de alojamiento que ofreces también condiciona tu visibilidad online. Hoy en día, los usuarios realizan búsquedas cada vez más específicas: “hotel con cocina”, “alojamiento en casa de particulares en Madrid”, “hostel con terraza”, etc.
Tu tipología de alojamiento turístico puede convertirse en una poderosa herramienta SEO si sabes integrarla correctamente en todos tus canales.
Antes de cerrar este recorrido, aquí tienes una checklist práctica para pasar a la acción. Ya sea que busques afinar tu posicionamiento, mejorar tu comunicación o aumentar tu visibilidad, estos pasos te ayudarán a aprovechar al máximo el tipo de alojamiento turístico que gestionas — paso a paso y a tu ritmo.
Entender tu propia tipología
☐ ¿He identificado claramente a qué tipo(s) de alojamiento turístico pertenece mi establecimiento?
☐ ¿Mis clientes perciben mi oferta tal como quiero que la perciban?
Adaptar la comunicación
☐ ¿Mi sitio web incluye los términos adecuados (hotel, aparthotel, B&B, etc.)?
☐ ¿Mi ficha de Google, redes sociales y campañas están alineadas con mi tipología?
Optimizar precios y oferta
☐ ¿Tengo productos o servicios que podrían valorarse de forma diferente (p. ej.: larga estancia, alojamiento independiente, alojamiento social)?
☐ ¿He probado variaciones de precios o paquetes según el tipo de alojamiento?
Mejorar la visibilidad online
☐ ¿Mi tipología está correctamente optimizada en SEO, Google My Business y OTA?
☐ ¿Estoy respondiendo a búsquedas específicas (ej.: “alojamiento familiar”, “hotel para teletrabajo”, “hostel económico”)?
Seguir las tendencias del sector
☐ ¿Estoy al día de las nuevas expectativas de los viajeros?
☐ ¿He incorporado algún toque de digitalización o diferenciación en la experiencia que ofrezco?
El alojamiento turístico no deja de evolucionar, impulsado por viajeros cada vez más exigentes, tendencias sostenibles y una búsqueda constante de experiencias personalizadas. Para los hoteleros, conocer bien los tipos de alojamiento turístico, sus características y sus implicaciones, es sentar las bases de una oferta más relevante, más flexible y más atractiva.
Pero para mantenerse competitivo, ya no basta con ofrecer buenos formatos. También hay que saber gestionarlos con inteligencia. Y aquí es donde entra la digitalización.
Tanto si se trata de agilizar el recorrido del cliente, optimizar reservas, calificar mejor las solicitudes o ahorrar tiempo en la gestión operativa, soluciones como HiJiffy pueden ayudarte a dar valor añadido a tu oferta y transformar la experiencia del huésped — sin perder el toque humano.
¿Y si el próximo paso para potenciar tu alojamiento turístico pasa por la tecnología? Reserva tu demo gratuita con uno de nuestros expertos y descubre cómo automatizar sin deshumanizar.
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